Los autónomos tienen una serie de obligaciones fiscales y contables que permiten presentar los distintos modelos y autoliquidaciones ante Hacienda.
Llevar la contabilidad como autónomo requiere de cierta capacidad de organización, disciplina y conocimientos, así como apoyarse en herramientas de facturación o la figura de un asesoría fiscal y contable.
Obligaciones contables del autónomo
El autónomo, por norma general, tiene la obligación de llevar los siguientes libros de registro contable:
- Libro registro de ventas e ingresos. Se contemplan todas las facturas emitidas por orden cronológico, con la fecha de emisión y numeración. De estas ventas, se extrae el IVA o IGIC soportado, los ingresos de la empresa para el IRPF o información agregada para declaraciones informativas como el modelo 347.
- Libro registro de compras y gastos. En este libro se recopilan todos las compras y gastos deducibles de la actividad desarrollada por la empresa, incluyendo nóminas o cuotas de autónomo. Es necesario para el IVA o IGIC soportado, así como la presentación de las trimestrales del IRPF.
- Libro registro de bienes de inversión. Se registran los elementos de inmovilizado material e inmaterial, tales como equipos informáticos, vehículos, mobiliario, etc. Es necesario para el cálculo de las amortizaciones.
- Libro de registro de provisiones de fondos y suplidos. Las provisiones de fondos son las cantidades que el autónomo recibe a cuenta del cliente por un servicio a prestar. Por contra, los suplidos son los gastos del autónomo que paga en nombre de su cliente. Este libro no es obligatorio para los autónomos en estimación directa simplificada.
Consejos para la contabilidad del autónomo
Para llevar adecuadamente la contabilidad te recomendamos seguir los siguientes consejos:
1) Contrata un software de facturación y contabilidad
Actualmente, los autónomos pueden tener acceso a herramientas para controlar todos los aspectos de la facturación, la contabilidad y cumplir con sus obligaciones. Están totalmente adaptadas a sus necesidades, sobre todas aquellas en modalidad de Software as a Services (SaaS).
Por un pago mensual, te facilitarán toda la labor administrativa de emitir facturas, controlar proveedores, almacenar en la nube, generar libros contables y emitir los informes necesarios para Hacienda.
2) Búscate una asesoría contable y fiscal
El autónomo debe dedicarse a vender sus productos y servicios, y perder el menor tiempo posible en trámites y papeleo relacionado con su contabilidad. En este sentido, lo mejor es rodearse de profesionales y contratar a una buena asesoría fiscal y contable.
3) Guarda y controla toda la documentación de tu contabilidad
El orden es la mejor fórmula para no cometer errores. Debes elegir un sistema adecuado de digitalización, para registrar y archivar la información contable, preferiblemente en la nube.
Facturas, documentos de pago e ingresos, contratos, etc., es mejor archivarlos de forma digital y online. Así podrás acceder a ellos en cualquier momento y desde cualquier lugar y dispositivo.
4) Sácale partido y utiliza la información
La información contable es más valiosa que simplemente para cumplir con el trámite de Hacienda. Prepara informes que te permitan conocer la situación económica de la empresa y te ayuden en la gestión de tu negocio.
5) Ponte al día en normativa contable
Aunque tengas colaboradores que te lleven esta parte de tu empresa, debes formarte y leer sobre las últimas novedades sobre las obligaciones contables y tributarias.
6) Revisa periódicamente tu contabilidad
Dedica algo de tiempo a la semana para revisar tus facturas, pagos y cobros, y que esté todo bien registrado. Es mejor llevar todo al día y no esperar a los últimos días del plazo para presentar el IVA o del IRPF.
7) No mezcles tus contabilidad con tus finanzas personales
Es fácil que los autónomos, aquellos que no sean buenos gestores, mezclen sus gastos personales con los gastos deducibles de la empresa. O que utilicen el dinero destinado a pagar un futuro gasto o impuesto para su economía familiar. No hagas esto y separa claramente ambas facetas: la empresarial y de la personal.
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