IRPF para autónomos: cómo hacer frente a las retenciones y modelos fiscales

El IRPF es un impuesto fundamental para los autónomos, ya que grava la renta obtenida durante el año fiscal. 

Esto significa que de cada euro de beneficio que obtiene el autónomo Hacienda quiere su parte, y para eso tiene un sistema lleno de trámites, modelos y autoliquidaciones obligatorias para que el autónomo puede pagar su impuesto del IRPF.

¿Qué es el IRPF de un autónomo?

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un impuesto directo que grava la renta obtenida por los trabajadores autónomos en un determinado periodo de tiempo. Este impuesto se calcula en función de los ingresos obtenidos durante el año fiscal, y las retenciones realizadas por el autónomo en sus facturas.

El IRPF se aplica de forma progresiva, es decir, a medida que aumenta la renta, el porcentaje aplicado al impuesto también aumenta. En el caso de los trabajadores autónomos, la retención que deben aplicar en sus facturas varía en función de la actividad que realicen y su volumen de facturación.

Funcionamiento básico del IRPF del autónomo

Los autónomos tienen que pagar un porcentaje del IRPF de todos sus rendimientos. A más gana, más paga el autónomo

El beneficio se obtiene de declarar los ingresos y deducirse los gastos e inversiones realizadas. De ese beneficio habría que pagar en la declaración de la renta una cantidad de impuestos, entre el 15% y el 47%.

Para que el autónomo no pague todo de golpe en la declaración de la renta, que se hace entre abril y junio del año siguiente, Hacienda le obliga a que cada trimestre adelante una cantidad de dinero a cuenta de ese IRPF y, a algunos autónomos también les obliga a retener en cada una de las facturas emitidas.

¿Qué son las retenciones en las facturas?

Las retenciones en las facturas son un porcentaje que el autónomo retiene del importe total de la factura y que posteriormente debe ingresar en Hacienda, en las conocidas como liquidaciones trimestrales. El objetivo de esta retención, como decíamos, es ir adelantando el pago del IRPF que el autónomo debe realizar a final de año.

Las retenciones que debe aplicar un autónomo en sus facturas varían en función de la actividad que realice. Un autónomo que realice actividades profesionales, la retención a aplicar en sus facturas es del 15%. En cambio, para un autónomo que realice actividades empresariales, la retención será del 7%.

Los distintos modelos de declaración del IRPF

Existen diferentes modelos de declaración que un autónomo puede utilizar para cumplir con sus obligaciones fiscales en relación al IRPF. Los modelos más comunes son el modelo 130, el modelo 131 y el modelo 100.

  • El modelo 130 es un modelo de declaración trimestral que deben presentar los autónomos que tributan en estimación directa simplificada. Este modelo sirve para realizar el pago trimestral del IRPF y se debe presentar antes del día 20 de abril, julio, octubre y enero.
  • Por su parte, el modelo 131 es un modelo de declaración trimestral que deben presentar los autónomos que tributan en estimación objetiva (módulos). Este modelo sirve para realizar el pago trimestral del IRPF y se debe presentar antes del día 20 de abril, julio, octubre y enero.
  • El modelo 100, más conocido como la declaración de la renta, es un modelo de declaración anual que deben presentar todos los autónomos, independientemente del régimen de tributación que utilicen. En este modelo se incluyen todas las rentas obtenidas durante el año fiscal, así como las retenciones aplicadas en las facturas y las deducciones fiscales que se puedan aplicar en función de su situación empresarial y personal.

Los pagos trimestrales del IRPF

Como vemos, los pagos trimestrales del IRPF se realizan a través de los modelos 130 y 131, dependiendo del régimen de tributación que utilice el autónomo, y permiten ir adelantando el pago del impuesto del IRPF y evitar sorpresas a final de año.

En estos pagos trimestrales se incluyen los ingresos obtenidos durante el trimestre y es obligatorio para los autónomos, por lo que si no presenta estos pagos trimestrales en plazo, se le puede aplicar una sanción por parte de Hacienda.

Deducciones fiscales en el IRPF de un autónomo

Los autónomos tienen derecho a aplicar una serie de deducciones fiscales en su declaración del IRPF, lo que les permite reducir la base imponible y, por tanto, pagar menos impuestos. 

Algunas de las deducciones fiscales más comunes para los autónomos son las siguientes:

  • Coste de las mercancías o materias primas.
  • Sueldos y salarios.
  • Las cuotas de autónomo.
  • Gastos de suministros, como la luz, el agua, el gas o el teléfono.
  • Gastos de manutención que se produzcan durante el desarrollo de la actividad profesional, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos.
  • Gastos de formación.
  • Gastos de seguro médico.
  • Alquileres de locales, oficinas y almacenes.
  • Servicios profesionales, tales como asesores o abogados.
  • Tributos locales como el IBI o la tasa de recogida de residuos urbanos.
  • Gastos bancarios.

Retenciones que debe aplicar un autónomo a terceros

Además de tener que hacer retenciones del IRPF en sus propias facturas, un autónomo también está obligado a aplicar retenciones en las facturas que emite a sus clientes, cuando se trata de determinadas actividades profesionales.

En concreto, las retenciones que debe aplicar un autónomo a terceros son del 15% del importe total de la factura, y se aplican en las siguientes actividades:

  • Arrendamiento o subarrendamiento de inmuebles urbanos (en el caso de que el arrendador no sea una empresa).
  • Cesión del derecho de explotación de propiedad intelectual o industrial.
  • Prestación de servicios profesionales.
  • Retenciones a empleados, cuyo porcentaje de retención del IRPF a aplicar dependerá de la situación personal del trabajador.

Modelos relacionados con las retenciones a terceros: 111 y 115

Para gestionar las retenciones que debe aplicar un autónomo a terceros, existen dos modelos fiscales que deben presentarse de forma trimestral:

  • Modelo 111. Este modelo se utiliza para declarar e ingresar las retenciones del IRPF realizadas a los trabajadores y profesionales que trabajan para el autónomo. El plazo de presentación es hasta el día 20 de los meses de abril, julio, octubre y enero.
  • Modelo 115. Este modelo se utiliza para declarar e ingresar las retenciones del IRPF realizadas a los arrendadores de inmuebles urbanos que no sean empresas.

El plazo de presentación de ambos modelos es hasta el día 20 de los meses de abril, julio, octubre y enero.

¿Cómo se puede reducir el impacto del IRPF en un autónomo?

El impacto del IRPF en un autónomo puede ser considerable, especialmente si no se aplican las deducciones fiscales correspondientes. Por ello, es fundamental llevar una buena gestión de la contabilidad y conocer las deducciones fiscales que se pueden aplicar.

Además, es importante tener en cuenta algunos consejos que pueden ayudar a reducir el impacto del IRPF en un autónomo, como los siguientes:

  • Planificar los gastos y los ingresos. Llevar una buena planificación puede ayudar a conocer con anticipación cuál será el importe a pagar en la declaración del IRPF.
  • Utilizar herramientas de gestión. Existen numerosas herramientas de gestión, facturación y contabilidad que pueden ayudar a llevar un control más eficiente de los gastos y los ingresos, así como a conocer las deducciones fiscales que se pueden aplicar.
  • Contratar un asesor fiscal puede resultar de gran ayuda para conocer todas las obligaciones fiscales y las deducciones fiscales que se pueden aplicar, así como para evitar posibles sanciones por parte de Hacienda.

Más preguntas frecuentes sobre el IRPF de un autónomo

Para terminar, y como complemente a lo que ya hemos visto, repasemos algunas FAQs sobre el IRPF de los autónomos:

¿Cómo se calculan las retenciones del IRPF en una factura?

Las retenciones del IRPF se calculan aplicando un porcentaje determinado sobre la base imponible de la factura. Este porcentaje varía en función de la actividad profesional y de la situación personal del autónomo.

¿Qué es el modelo 100 y cuándo se presenta?

El modelo 100 es la declaración anual del IRPF y se presenta en el primer trimestre del año siguiente al que se refiere la declaración. En esta declaración (de la renta) se incluyen los ingresos obtenidos durante el año fiscal, las retenciones aplicadas en las facturas y las deducciones fiscales que se puedan aplicar.

¿Cómo se puede deducir una inversión realizada en la actividad profesional?

Las inversiones realizadas en la actividad profesional se pueden deducir en la declaración del IRPF a través de las amortizaciones. Las amortizaciones son la forma de reflejar el desgaste de los bienes que se utilizan en la actividad profesional, como el mobiliario, el equipo informático o los vehículos.

¿Qué ocurre si no se presenta la declaración del IRPF en plazo?

Si no se presenta la declaración del IRPF en plazo, se pueden aplicar sanciones por parte de Hacienda, que pueden oscilar entre el 1% y el 20% del importe a pagar, dependiendo del retraso en la presentación.

¿Se pueden rectificar las declaraciones del IRPF?

Sí, se pueden rectificar las declaraciones del IRPF en caso de que se haya cometido algún error o se haya olvidado incluir alguna deducción fiscal. Para ello, se debe presentar una declaración complementaria en la que se reflejen las correcciones necesarias.

Esperamos que hayas comprendido la importancia del IRPF, ya que es un impuesto fundamental para los autónomos, influyendo directamente en muchas de las obligaciones fiscales que debe cumplir para tener su negocio al día con Hacienda.

Imagenes: unsplash.com/sigmund y unsplash.com/lukesouthern

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